El miedo y la fobia a los petardos y tormentas es un problema muy común en perros, aunque también se da en gatos. El animal siente miedo ante un estímulo que no sabe de dónde viene y del cual, además, no puede huir vaya adonde vaya. Esto hace que el perro se estrese, en ocasiones de forma severa.
Síntomas
La fobia se reconoce porque a menudo el perro:
- Jadea más de lo habitual
- Ladra o aúlla sin motivo aparente
- Se mueve de un lado a otro o se esconde
- Le dan temblores
- Hace pipí y caca donde sabe que no debe
- Destruye cosas
Ocasionalmente, también puede ponerse agresivo.
¿Qué podemos hacer?
Hemos de empezar desde ya a preparar el terreno, de la siguiente manera:
- Creando de una zona segura: será un lugar donde el perro se pueda esconder cuando sienta la necesidad de huir de lo que para él es una amenaza real (los petardos).
Para ello, podemos utilizar una zona que el perro ya haya escogido previamente (debajo de la cama, en el baño), o bien, crear una nueva. La zona debe estar en una habitación lo más insonorizada posible, por ejemplo usando una caja de cartón y cubriéndola con mantas.
Una vez elegida la zona, debemos acostumbrar al perro progresivamente a estar allí: dándole comida en ese lugar, dejando allí sus juguetes, acariciándolo… El objetivo es que sea un espacio agradable y seguro.
- Insonorizando: en la medida de lo posible, debemos intentar que los sonidos lleguen con la menor intensidad. Para ello, debemos cerrar las ventanas, bajar las persianas, y también podemos encender la televisión o la radio para minimizar el ruido externo.
- No reforzando comportamientos indeseados: debemos ser una referencia de calma para nuestro perro.
Permaneceremos tranquilos, sin darle más importancia a lo que está sucediendo fuera, para que de esta manera nuestra mascota entienda que si nosotros estamos tranquilos, él puede estarlo también; no tiene de qué preocuparse.
Hemos de actuar con normalidad ante la situación. El animal no debe detectar cambios en nuestra actitud, ya que esto podría ponerlo más nervioso.
- Dándole nutracéuticos y feromonas: son compuestos, que administrados con antelación, pueden ayudar a que nuestro perro esté más calmado cuando llegue ese día. Consulta con nosotros si quieres utilizar algunos de ellos.
- Medicación: existen ciertos psicofármacos que pueden ser utilizados para tratar de que nuestro perro no sufra tanto este día.
La medicación debe darse siempre bajo la supervisión de un veterinario especializado en comportamiento. En Veterinos estaremos encantados de asesoraros al respecto.
Advertencias
- Nunca debemos castigar a nuestro perro por expresar miedo.
- Nunca debemos dejar al perro en el jardín o patio, expuesto sin cobijo a los petardos (o tormentas).
- No hemos de tratar jamás de acostumbrarlo de manera brusca a los petardos. Los resultados pueden ser fatales.