Artículo basado en un curso de nuestro colaborador Jordi Jiménez, veterinario especialista en animales exóticos.
Los cobayos o cobayas son animales muy sociables que pueden ser grandes compañeros de nuestros hijos, pero requieren muchos cuidados. Ahora que ha acabado el curso, es una tentación regalarles un animalito para que se distraigan durante las vacaciones. Es una manera también de enseñarles a ser responsables. Sin embargo, no hay que olvidar que son seres vivos: aunque no puedan expresar hambre o malestar de la misma manera que un gato o un perro, unos cuidados insuficientes afectan a su bienestar físico y emocional. Por tanto, si le regalamos una cobaya a un niño, los adultos hemos de ser también responsables de ella y asegurarnos de que recibe las atenciones necesarias.
Para información detallada sobre cómo cuidar de una cobaya, podéis consultar la página Cuidados básicos de los cobayas.
Dieta del cobayo
La dieta incorrecta es la principal causa de enfermedades en los cobayos domésticos. El problema más frecuente es la falta de vitamina C, pues el cobayo es, junto con el hombre, uno de los pocos animales que no pueden fabricar su propia vitamina C.
El error más difundido es ofrecerle solamente pienso sin vegetales frescos.
La dieta del cobayo debe incluir:
- Heno o paja: debe estar siempre disponible, muy especialmente en los animales jóvenes y recién adquiridos. Además de ser una fuente de fibra imprescindible, es una excelente cama que permite mantener la higiene de la jaula. Se pueden obtener paquetes en tiendas especializadas. El heno más adecuado es el de cereales, pero también se puede usar el de alfalfa.
- Verduras, hojas y hierba frescas, en definitiva ¡¡VERDE!!: alfalfa, hojas de zanahoria, nabo y remolacha, col, acelga, escarola, apio, lechuga (excepto iceberg), espinacas, trébol, brotes de césped, diente de león, verduras silvestres, etc. Las verduras de hoja oscura son las más adecuadas, por su alto contenido en vitamina C. De vez en cuando se les pueden dar hortalizas variadas.
Es falsa la creencia de que la verdura provoca diarrea, siempre y cuando no se cambie bruscamente la dieta, se ofrezca en cantidades moderadas y el animal disponga de paja de calidad. - Pienso de calidad: a partir de los cuatro meses el animal ya no crecerá mucho más. Desde entonces el pienso debe ofrecerse de forma controlada, bien sólo una hora al día o en cantidades limitadas. Si disponen del pienso todo el día suelen engordar demasiado.
- Agua: el agua limpia debe estar permanentemente disponible. Los bebederos de botella son los más adecuados.
Precauciones
- Los animales jóvenes y los recién adquiridos son muy sensibles a los cambios bruscos de dieta. Nunca cambiéis bruscamente la dieta, aunque sea para mejorarla. Empezad ofreciendo pequeñas cantidades de los alimentos nuevos e id aumentándolas poco a poco a lo largo de varias semanas.
- Si queréis cambiar de marca de pienso, empezad mezclándolo con la marca anterior, aumentando poco a poco la proporción del nuevo pienso.
- La fruta y el pan deben ofrecerse sólo ocasionalmente y en pequeñas cantidades.
- No se les deben dar golosinas con azúcares.