Disfrutar de las vacaciones con nuestras mascotas es todo un placer, pero a veces es complicado y poco factible viajar a determinados destinos con ellas, especialmente en el caso de los gatos. Si además no encontramos un canguro adecuado para nuestro querido compañero peludo, no nos queda más remedio que buscar una buena residencia canina o felina donde dejarlo unos días. El dilema es: ¿cómo escoger una donde podamos dejarlos y quedarnos tranquilos mientras nosotros disfrutamos del merecido tiempo de descanso?…
En pocos días estamos en agosto, el mes por excelencia para hacer las maletas y cambiar de escenario: ¡las vacaciones y destinos de viaje soñados! ¿Qué hacemos?
Es primordial que vayáis a visitar la residencia canina o felina y que haya total transparencia a la hora de acceder a todas sus instalaciones. Vuestro sentir es lo más importante, pero aun así os ofrecemos una serie de orientaciones para ayudaros a hacer la mejor la selección:
- Comprobad que la residencia canina/felina esté registrada como núcleo zoológico en el Departamento de Agricultura, Pesca y Alimentación de la Generalitat de Cataluña, y que tenga la licencia correspondiente. Esto os asegurará que cuenta con los permisos necesarios y que las instalaciones han superado todos los controles oficiales.
- Una buena residencia no querrá que sus huéspedes se pongan enfermos, por lo que os pedirán que, cuando dejéis vuestro perro o gato, esté perfectamente vacunado y desparasitado tanto interna como externamente.
- Una buena residencia no dejará entrar a ninguna mascota que no lleve microchip: recordad que es obligatorio por ley y facilita que la encontremos en caso de pérdida.
- Fijaos bien en la higiene de todas las áreas: es fundamental para que vuestro estimado peludo se sienta a gusto y se asegure su salud.
- Si es una residencia mixta de perros y gatos, tienen que estar en zonas claramente separadas, y la zona de gatos en una localización lo bastante alejada de la de los perros como para que no los oigan ladrar. Si están físicamente próximas, la zona de gatos tiene que estar insonorizada.
- En la zona destinada a perros los boxes tienen que ser individuales, con una zona cerrada pero muy ventilada que los proteja del sol y el calor en verano y del frío en invierno. Debe tener un patio individual suficiente grande para que el perro se pueda mover con libertad, y el suelo no debe ser ni poroso (para asegurar una buena desinfección) ni resbalar (para evitar lesiones después de limpiarlo).
- Si tenéis dos animales y queréis que estén juntos, en las buenas residencias tienen boxes dobles para este tipo de familia canina.
- Debe contar con una zona de paseo y recreo para perros. Aseguraos de que tienen personal especializado en sacarlos a diario. Los cuidadores de una buena residencia, aparte de ser amantes de los animales, tienen que estar formatos en el manejo y el comportamiento de cada especie en particular. Si vuestro perro es tímido o tiene algún problema con otros perros, un buen cuidador os lo tendría que preguntar. Notificadles cualquier particularidad que les pueda ayudar a hacer que la estancia de vuestra mascota en su centro sea más agradable. Los buenos profesionales estarán encantados de que les deis la máxima información.
- En cuanto a los gatos, su zona tiene que ser una isla de paz: boxes grandes, individualizados, perfectamente ventilados y protegidos del sol, insonorizados y con un buen mobiliario de enriquecimiento ambiental: rascadores, áreas de reposo a diferentes alturas, zona de comederos separada de la bandeja de deposiciones… Así como a los perros les encanta el alboroto y no les importa verse los unos a los otros, los gatos prefieren la tranquilidad y no saber quién es el vecino del lado.
- Todos deben disponer de agua corriente y comederos higiénicos, de cantos redondos donde vuestra mascota no pueda hacerse daño.
- En cuanto a la alimentación, es mejor que les proporcionéis vosotros el pienso que come habitualmente vuestro peludo; así no hay posibilidad de que padezca diarreas asociadas al cambio de dieta.
- Toda buena residencia debería contar con un servicio veterinario que supervise cualquier incidencia. Es importante que habléis con vuestro veterinario, le hagáis saber dónde pasará unos días vuestra mascota y que le déis sus datos a la residencia. Ante cualquier problema, les será más fácil actuar si pueden comunicarse con su veterinario habitual y conocer la historia clínica del animal.
Y si hacemos una buena elección, en la mayoría de los casos nuestras mascotas también volverán contentas de sus vacaciones y no les importará repetir el año siguiente.
¡Buenas y viajeras vacaciones!