Al llegar el otoño la luz es suave, los campos y bosques se visten de tonalidades marrones, rojas y ocres, empieza la época de ir a buscar setas y el sol ya no castiga como lo hacía en verano. Todo invita a salir a pasear con nuestros perros, pero… si se trata de un animal viejecito, ¿podemos salir con él cómo si nada o tenemos que tener presente alguna consideración especial?
Artrosis y dolor
Según las estadísticas de medicina veterinaria, más de un 80% de los perros de más de 8 años presentan artrosis en alguna articulación.
En numerosas ocasiones los propietarios no son conscientes de que sus mascotas sufren artrosis porque piensan que la disminución de la actividad de su animal es consecuencia natural de hacerse mayor. Pero hacerse mayor no es estar enfermo.
Si un animal se mueve cada vez menos, ya no salta tras la pelota o no sube al sofá es porque no puede, y no puede porque tiene dolor. Es un dolor que viene de lejos, que no habremos detectado porque en un principio era ligero y se ha ido incrementando poco a poco. Se ha hecho crónico y nuestra mascota se ha ido acostumbrando; convive con él.
Qué pasa en otoño?
Al llegar el otoño, con el cambio de tonalidades también llegan el frío y la humedad, y las articulaciones doloridas se resienten. Los efectos de la artrosis, en consecuencia, son más severos.
Si notas que a tu perro le cuesta moverse, házselo saber a tu veterinario. Él determinará cuál es el problema y dónde se encuentra, y te recomendará el tratamiento más adecuado para tu mascota.
Precauciones antes del paseo
Cuando tú y tu perro salgáis juntos a disfrutar del bosque, ten en cuenta estas pequeñas recomendaciones:
- Si crees que tu perro aquel día tiene dolor, deja la salida para otra ocasión y dale el reposo y el tratamiento analgésico que te recomiende tu veterinario.
- Adapta la distancia, el tiempo y dificultad del paseo al estado de tu animal.
- Antes de caminar ayúdalo a calentar la musculatura y las articulaciones:
- ponle algo de abrigo si hace frío, pero recuerda que disfrutamos de un clima mediterráneo, por lo que se lo podrás quitar cuando llevéis un ratito andando
- hazle un suave masaje en la articulación o articulaciones afectadas.
- Le irá bien hacer un par de ejercicios preparatorios antes de poneros en marcha: hazlo sentar y levantar cuatro o cinco veces (¡y no olvides darle un pequeño premio por el esfuerzo!).
- Empieza con paso suave y poco a poco conseguirá llegar a un ritmo que le sea más cómodo.
- Al acabar el paseo puedes volverle a hacer un suave masaje por todo el cuerpo; tu mascota te lo agradecerá. ¡Es muy agradable para los dos y refuerza vuestro vínculo!
¡Buen paseo!