Nuestro adorado cachorrito se hace mayor y llega el momento de la gran pregunta: ¿Tenemos que esterilizar a nuestra mascota? ¿Por qué? ¿En qué consiste la esterilización? ¿Qué inconvenientes puede tener? ¿Cuándo es el momento idóneo para hacerlo?… Acto seguido, el 80% de los propietarios nos ponemos a mirar qué se dice de todo esto en internet. En vez de aclarar dudas, nos hinchamos la cabeza con nuevas preguntas e inquietudes.
Con este artículo lo que pretendemos es tranquilizaros un poco. Eso del quirófano asusta, ¿no? Trataremos de sacar un poco el agua clara, desmontar mitos y leyendas sobre la esterilización.
Vamos por partes.
¿En qué consiste la esterilización?
La esterilización quirúrgica consiste en la extirpación de los testículos en los machos (orquiectomía) y de los ovarios y la matriz en las hembras (ovariohisterectomia).
Como todo proceso médico y quirúrgico, lo tiene que realizar un equipo veterinario con las máximas garantías posibles. El procedimiento se tiene que adecuar a las condiciones de cada paciente en particular. Se hace bajo anestesia general y con una buena analgesia, antibioterapia y control postoperatorio.
Si vuestro perro o gato tiene que pasar por quirófano, hará falta, como mínimo, hacerle una visita previa y una analítica general antes de la cirugía. A veces puede ser necesario hacer también un electrocardiograma y/o una radiografía de tórax.
Si todo está correcto, normalmente ingresará en vuestro centro veterinario por la mañana y al atardecer ya se podrá ir hacia casa.
¿Por qué se recomienda esterilizar?
Razones legales
En Cataluña, según la Ley de protección de los animales (Decreto legislativo 2/2008), se tienen que esterilizar todos los animales de compañía (perros, gatos y hurones):
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que sean objeto de comercialización o transacción
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que provengan de centros de acogida municipales, provinciales o de refugios privados
Se determinó que la castración fuera obligatoria para, básicamente:
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controlar la población (evitar embarazos no deseados), algo fundamental en un país donde la tasa de abandonos es de las más altas de Europa
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prevenir la transmisión de enfermedades de animales a humanos (zoonosis)
Razones médicas
Desde el punto de vista de la medicina veterinaria, hay puntos a favor y puntos en contra a la hora de plantearnos la esterilización.
Beneficios de la esterilización
A nivel reproductivo:
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Hembras: prevención de tumores mamarios, infecciones de matriz, tumores vaginales y embarazos psicológicos
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Machos: prevención de tumores testiculares, hiperplasias prostáticas benignas y hernias perianals, entre otros
A nivel sistémico:
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prevención de crisis epilépticas en hembras diagnosticadas de epilepsia idiopática (sin causa conocida)
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disminución de la incidencia de diabetes
A nivel de comportamiento, en los machos la castración disminuye, entre otras cosas:
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la agresividad
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el marcaje inadecuado
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las fugas
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la ansiedad en época de celo
Inconvenientes de la esterilización
Como toda cirugía, durante la intervención se pueden producir complicaciones. Dependerán en buena medida del propio animal y de la experiencia del cirujano. Por esta razón, debéis asesoraros bien sobre qué pruebas hay que hacer antes de la cirugía, así como sobre las condiciones y experiencia del personal del centro que escojáis.
Tradicionalmente, en Francia, EEUU y Reino Unido se ha recomendado la castración antes del primer celo (entre los 6 y 8 meses de edad). Actualmente, sin embargo, se han documentado científicamente contraindicaciones importantes si se esteriliza a los cachorros antes del primer o segundo celo:
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en hembras: incontinencia urinaria, vaginitis, dermatitis perivulvares o infecciones urinarias recurrentes
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en machos: porcentajes más elevados de algunos tumores de próstata
Según los estudios, la probabilidad de sufrir algunas enfermedades (como infecciones de matriz o tumores de mama) depende de factores genéticos, de raza e individuales. El veterinario puede recomendar esterilizar o no en función de estas predisposiciones.
En cuanto a contraindicaciones a nivel de comportamiento, se ha visto que en algunos casos la esterilización puede agudizar:
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la ansiedad por separación
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el miedo a las tormentas
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la hiperactividad
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la agresividad por dominancia hacia miembros de la familia
Parece también que la esterilización disminuye la capacidad de aprendizaje.
¿Cuándo es el momento idóneo para esterilizar?
Teniendo en cuenta todo lo que os hemos explicado, podemos decir que lo más importante es valorar cada caso de manera individual. Habladlo con vuestro veterinario de confianza y, si finalmente decidís hacerlo, lo más indicado es esterilizar a vuestra mascota pasada la pubertad. Es decir, entre el primer y el segundo celo en el caso de las hembras, y pasados los 10 meses en los machos.
¿La operación, es para preocuparse?
Lo primero que hará vuestro veterinario es citaros para un reconocimiento completo de vuestra mascota. Este procedimiento incluye: un análisis de sangre completo y, si conviene, un electrocardiograma y una radiografía de tórax.
Si todo es correcto, el día de la cirugía tendrá que ingresar a primera hora de la mañana en ayunas. Después de premedicarlo para que se quede tranquilo y no tenga dolor, le pondrán una vía y entrará en quirófano. Allí, el anestesista, el cirujano y el ayudante de quirófano harán su trabajo.
Pasadas unas horas, cuando vuestro pequeño compañero ya esté despierto y en la jaula de recuperación, os llamarán para comentaros que todo ha ido muy bien.
Hacia el anochecer ya podrá irse a casa. Tendrá que tomar antibiótico, antiinflamatorio y analgésicos durante unos días. ¡Ni ellos ni vosotros os acordaréis del mal trago!
En conclusión…
Podemos decir que, en la mayoría de los casos y, atendiéndonos a la legislación vigente, está indicada la esterilización de nuestras mascotas siempre y cuando vuestro veterinario de confianza haya evaluado y valorado cada mascota de manera individual. Si finalmente se decide esterilizar quirúrgicamente, es mejor hacerlo pasada la pubertad. Es importante escoger un centro de confianza donde tengan los medios y la experiencia suficiente para minimizar al máximo los riesgos.
No dudéis en preguntar a vuestro veterinario todas las inquietudes que podáis tener para tomar la mejor decisión posible (castrar o no). Así, cuando os den cita para la cirugía, la mañana pasará rápido. Estaréis tranquilos y confiados ¡y el mal trago será lo mes leve posible!